Crónica e imágenes de la ruta nº5 «Descubrindo Moratalla»

0
984

Crónica de la excusrsión nº5: Benizar-Fuente de Arriba-Pila del Fraile- Calar de las Cuevas

Entramos en la primavera con esta excursión por Benizar, aunque quién lo diría, hace un “frío que pela” y los negros cúmulo-nimbos que coronan la mole caliza de la Fuente de Arriban pasan raudos empujados por el gélido viento. Con el grupo que hoy nos acompaña, pretendemos bucear en lo más profundo de este singular rincón de la geografía moratallera e iniciamos nuestra inmersión con la visita a los inquietantes petroglifos de Benizar; tallados hace milenios en estas calizas, los antropomorfos nos observan con su rostro sin ojos, como vienen haciendo desde que nuestros antepasados los plasmaron allí. Bajamos hacia el pueblo para recorrer algunas de las calles del barrio del Molino, cuidadas con mimo por los vecinos y nos sorprende la presencia de una planta rupícola, el Ombligo de Venus, presente en todos los muros, lo que nos indica el alto grado de humedad ambiental. No en vano, la presencia del agua es constante en esta aldea moratallera.

Cogemos una antigua senda que serpentea por las huertas y que nos conducirá al Rincón de las Cuevas, enclave botánico de primer orden en nuestra Región. Aquí el paisaje ya se vuelve irreal, rodeados de cenajos multicolores, varios hábitats coinciden en esta zona, con lo que la biodiversidad es impresionante, el más de medio centenar de especies de aves reproductoras así lo atestiguan, aunque hoy, sólo oimos cantar al Ruiseñor bastardo y al Chochín o “Aleta”, nombre local; También las Chovas piquirrojas han iniciado su periodo reproductor y nos sobrevuelan llevando algunas en el pico pequeñas presas como ofrenda para la pareja. En el roquedo, observamos también que algunos Sarcocapnos baetica o Zapaticos de la Virgen tienen ya las primeras flores; en el suelo, entre la hierba, Violetas y Heléboros lucen sus mejores galas. Admiramos también las pinturas rupestres apenas visibles a 3 metros del suelo y las acequias y acueducto de probable origen musulmán.

Decidimos almorzar al abrigo de una gran cueva, bien protegidos del viento, antes de dirigirnos a la Cueva de la Pila del Fraile por una antiquísima senda que pasa junto a una deteriorada balsa; antes, al cruzar el arroyo observamos una puesta de Sapo corredor. En plena ascensión, un rapidísimo Halcón peregrino cruza a gran altura, pese a lo cual, varios excursionistas son capaces de admirarlo. Llegamos a la Pila del Fraile, excavada en una estalagmita por la insistente gota de agua que cae del techo de la cueva desde hacia millones de años, en estos cenajos cuyo origen se remonta al Mioceno; el ambiente es mágico y espectacular.

Nos dirigimos ahora hacia un viejo aprisco de ganado en el que observamos unas pinturas de estilo esquemático antes de afrontar una “escalera” hacia el cielo, debido a su longitud y verticalidad, hoy nos acompaña June quien pese a sus 75 años, se encuentra en una condición física fuera de serie; esta antigua senda salva los cenajos por una “arruga” de la pared apenas imaginable desde abajo. El final de la vertiginosa ascensión nos llevar a contemplar un paisaje increible y super espectacular, antes de adentrarnos en un bosque de Sabina negral, salpicado de Tomillos, Gamones, Espliegos, etc. que tapizan un calar que recoge gran cantidad de agua que después alimentará los manantiales de la zona.

En pleno páramo, aparece en la lejanía el inaccesible Castillo de Benizar de origen musulmán, situado en lo alto de una pequeña meseta al que que poco a poco nos vamos acercándo; bajamos unos escalones y llegamos al borde de los cenajos en cuyo pie nace La Fuente de Arriba; descendemos una nueva escalera y nos disponemos a recorrer una repisa ante unas impresionantes cuevas. El paisaje de nuevo es impresionante y espectacular y para rematarlo es ahora la hembra de Halcón peregrino la que nos sobrevuela..

Dejamos este auténtico balcón natural para retornar a los coches, ya que es la hora de acercanos al Bar Fofi, en cuyo restaurante nos han preparado un magnífico ágape con un monumental arroz de pollo campero, conejo y caracoles, unos entrantes magníficos y todo regado con el buen vino de la Tercia de Ulea. Muchos postres y las características “flores” que preparan en esta casa. Al terminar despedimos a June y sus amigos ingleses y la mayoría de los que quedamos, decidimos dar un paseo por Benizar, a fin de “rebajar” la copiosa comida con que nos han regalado. Y como ahora empiezan las vacaciones de primavera, feliz Semana Santa a todos.

[wzslider autoplay=»true»]

 

Comments