La Audiencia Provincial de Murcia ha desestimado el recurso presentado por un vecino de Moratalla que fue condenado por el robo de herramientas en un almacén ubicado en Moratalla, en el que había trabajado, y que alegó que se trataba de productos para comer, porque tenía hambre.

La sentencia confirma la condena fijada por un Juzgado de lo Penal de Murcia y señala que la versión del denunciado no es creíble, ya que las pruebas aportadas al juicio, entre ellas, la grabación hecha por una cámara, desmienten su versión.

El Juzgado de lo Penal declaró como hechos probados que el acusado, que había prestado sus servicios para el denunciante, se había quedado con una copia de la llave de acceso a las instalaciones -ubicadas en el camino de la Parada Honda de Moratalla-, que utilizó para entrar en las mismas y apoderarse de varios objetos, como tijeras de podar y llaves inglesas.

El juez recogía asimismo que el perjudicado había observado con anterioridad la desaparición de objetos del interior del almacén, por lo que procedió a instalar una cámara para descubrir al ladrón.

Este fue captado en el asalto, observándose en las imágenes aportadas al juicio cómo cogía distintos artículos y los introducía en una bolsa.

La sentencia lo condenó, por un delito de robo con fuerza en las cosas, a la pena de un año de prisión y al pago de una indemnización por el valor en que sean tasadas las herramientas sustraídas.

En su recurso, el apelante alegó que entró en el almacén «solo para obtener algún alimento con el que nutrirse, dada su precaria situación económica».

Añadió que la puerta de entrada a la finca estaba abierta, y también la del almacén, además de indicar que se apoderó de un pollo y tres tarros de tomate.

La sala no se cree esta versión y comenta que las imágenes obtenidas por la cámara desmienten al acusado, además de indicar que las aves de la finca no estaban en el almacén donde se cometió el robo, sino en un corral.