La Comunidad Autónoma de la Región de Murcia ha autorizado recientemente a la empresa Oil and Gas Capital S.L. la prospección de hidrocarburos en una cuadrícula que abarca unas 22.000 hectáreas de terreno en la comarca noroeste, un proyecto que la industria denomina ESCORPIO y que abarca zonas de los términos municipales de Calasparra, Moratalla y Cehegín.

En 1984 la empresa British Petroleum perforó en busca de petróleo un sondeo de 5306 metros de profundidad en esta cuadrícula, a unos 4 kilómetros de distancia de Calasparra, conocido en la literatura especializada como Río Segura G-1. En este sondeo no se halló petróleo pero sí gas natural. Este antecedente ha servido a Oil and Gas Capital como reclamo para solicitar el permiso de exploración de hidrocarburos en la zona.

Oil and Gas Capital está pidiendo autorizaciones para la prospección en varios lugares de España y pretende iniciar la explotación de hidrocarburos no convencionales mediante la técnica conocida como fracturación hidráulica o fracking. Esta técnica se conoce desde hace varias décadas, aunque es en estos últimos años cuando más se ha desarrollado, principalmente por la escasez de gas natural que sufría Estados Unidos. Sin embargo, a pesar de la propaganda de este sector, la realidad es que actualmente la mayoría de las empresas de fracking de Estados Unidos han disminuido el número de pozos y están pasando graves dificultades financieras, dado que los altos costes de explotación que requiere esta técnica apenas son compensados allí debido al bajo precio del gas. El fenómeno del fracking en Estados Unidos se ha parecido mucho al colapso de las punto.com, al pinchazo de la burbuja inmobiliaria o a otras burbujas financieras.

Dadas la dificultades que existen para la exportación de gas en barcos, la alternativa de la empresas americanas del fracking es saltar el atlántico e intentarlo en Europa, donde los precios del gas natural son significativamente mayores, hay escasez y pueden extraerlo a través de empresas filiales o bien simplemente vender la tecnología y cobrar las ‘royalties’. Y esta es la razón principal del boom del fracking que se vislumbra en Europa.

La ventaja para los europeos es que se dispone de la información de la experiencia de Estados Unidos, lo que ha provocado haya una fuerte oposición social y que algunos países y territorios se hayan declarado territorios ‘libre de fracking’, como en España las comunidades de Navarra y Aragón.

La Región de Murcia, en opinión de CARALLUMA, debe declararse también territorio libre de fracking ya que las características físicas de su territorio hacen a esta región especialmente vulnerable a los graves riesgos que conlleva esta técnica. En primer lugar por el peligro sísmico. Está demostrado que las áreas que son explotadas con fracturación hidráulica sufren un incremento muy importante en la frecuencia de terremotos. En un estudio científico titulado “¿Los cambios en las tasas de terremotos están originadas por el hombre?” (ELLSWORTH, W. L., US Geological Survey, et all, 2011) científicos del Servicio Geológico de Estados Unidos consideran casi seguro que la utilización de los fluidos de perforación del fracking son los causantes del incremento de frecuencia de terremotos. Como ejemplo citan una zona de Oklahoma donde tras iniciarse el fracking se pasó de tener 1,2 terremotos al año (de magnitud superior a 3 en la escala de Richter), a 25, es decir se multiplicó por veinte la frecuencia de los seísmos. Y esto ha ocurrido en zonas de baja actividad sísmica. Como se ha podido comprobar recientemente con el terremoto de Lorca, la región de Murcia es una de las zonas más activas de toda Europa.

Precisamente la zona donde se va a prospectar en la comarca noroeste es cruzada por una de las fallas activas más importantes de la cuenca, la llamada Socovos – Calasparra, que se encuentra a tan sólo 4,5 kilómetros de distancia del pozo Río Segura G-1. Esta falla, donde históricamente se han registrado terremotos de hasta 4,8 grados de magnitud, pasa por el mismo casco urbano de Calasparra. Un seísmo de cierta magnitud en esta fractura geológica podría tener consecuencias devastadoras para la población. Como indica un experto en geotecnia consultado por CARALLUMA, no existen razones que nos aseguren que la fracturación hidráulica no pueda ser el factor detonante de un terremoto de gran magnitud en las proximidades de una falla activa, ya que una inyección de fluidos a kilómetros de profundidad y a elevadas presiones, produce incrementos de presión intersticial muy elevados que reducen las presiones efectivas (la presión efectiva es la que gobierna la resistencia al corte de los materiales y sus características de deformabilidad), con los efectos de pérdida de resistencia y aumento de deformaciones.

En segundo lugar, en una región con la aridez de la región de Murcia, sería una actitud suicida el poner en riesgo la escasa agua potable de la que disponemos. Está más que demostrado que el fracking ha contaminado acuíferos en Estados Unidos, a pesar de la propaganda de la industria que dice que es imposible. De los millones de litros de fluido químico (agua, arena y productos químicos) que entran en un pozo, aproximadamente la mitad se queda en el interior de la corteza terrestre, donde va migrando por las capas y filtrándose por las fisuras, siendo muy probable que tarde o temprano llegue a una masa de agua subterránea.

El área de exploración recientemente aprobada está sobre el flanco occidental del mayor acuífero de la Cuenca del Segura, el Sinclinal de Calasparra, estrechamente conectado al río Segura, del que es una especie de embalse. Una contaminación química de esta reserva de agua tendría unas consecuencias catastróficas para el conjunto de la cuenca al contaminarse también el río, tanto teniendo en cuenta la salud de las personas, como la agricultura, economía en general o el medio ambiente.

En un documento del Colegio Superior de Ingenieros de Minas titulado “Gas no convencional en España, una oportunidad de futuro”,está descrito el proceso que se sigue para la prospección de gas no convencional. Se suele emplear la técnica denominada sísmica de reflexión, que utiliza explosivos u otros métodos para propagar ondas sísmicas cuya reflexión da información sobre el subsuelo. Estas explosiones ya están provocando una gran alarma social en la provincia de Jaén, donde también se autorizó a la misma empresa la prospección de hidrocarburos. Una vez completada la investigación preliminar, en la fase decisiva para decidir la puesta en marcha de la explotación se perfora un pozo y se practica el fracking durante el tiempo necesario para comprobar los volúmenes de gas recuperados y la viabilidad económica. En otras palabras, en la exploración ya se hace fracking idéntico al de la fase de explotación, con lo que se podrían producir graves consecuencias simplemente por prospectar una zona.

CARALLUMA no dispone del informe que la Dirección General de Medio Ambiente ha elaborado asegurando la inocuidad de la campaña de prospección de Oil and Gas Capital, sin embargo nos extraña que el órgano ambiental tenga capacidad técnica para asegurar que unas labores que se realizan a más de 3000 metros de profundidad no puedan provocar una filtración de sustancias contaminantes a una masa de agua subterránea o un terremoto, puesto que este tipo de informes solamente podría emitirlos un especialista geólogo o hidrogeólogo o quizás el Instituto Geológico y Minero de España (IGME). Por tanto nos parece una temeridad que se haya concedido este permiso de investigación simplemente basándose en el criterio del órgano ambiental.

Desde el punto de vista de la asociación CARALLUMA, los riesgos inherentes a esta técnica de explotación de hidrocarburos son tan elevados que es necesario aplicar el principio de precaución y que los municipios afectados por estas labores de prospección ejerzan todas las acciones legítimas encaminadas a evitarlas y a declararse territorios libres de fracking.