La Audiencia Provincial de Murcia ha decidido absolver a Telmo E.P., un vecino de Calasparra que se enfrentaba a una década de prisión acusado de saltarle un ojo a su hermano. En el transcurso del juicio, este ciudadano colombiano, que ha sido defendido por el letrado Alfonso Méndez, negó rotundamente los hechos y alego que su hermano perdió el ojo al recibir una paliza por parte de unos desconocidos. La víctima, al parecer, regresó a su país natal y no ha podido ser localizada. Con estos datos sobre la mesa, la Audiencia ha decidido archivar la acusación argumentando la existencia de «numerosas, importantes e insalvables dudas e incoherencias».

Los hechos que llevaron a Telmo E.P. a sentarse ante el tribunal se remontan a julio de 2004. Aquella noche, su hermano sufrió unas lesiones que le llevaron a perder la visión del ojo derecho y a arrastrar una cicatriz evidente en el rostro. No fue hasta dos años después, en 2006, cuando señaló a su hermano como presunto autor. «Me golpeó con algo cortante, que no pude ver, y perdí un ojo», relató. El denunciante aseguró que perdió el trabajo tras esta lesión y también reconoció, en ese momento, sentir miedo hacia su hermano.

La Audiencia Provincial reconoce, en la sentencia, que se han agotado todos los mecanismos judiciales para tratar de localizar a la víctima, que se encuentra en paradero desconocido. Con este obstáculo, el tribunal analiza las declaraciones de algunos testigos y les resta importancia dado que ninguno observó la supuesta agresión. La sala aborda las diferentes declaraciones del acusado y tiene en cuenta que en un primer momento el procesado reconoció la agresión. «Aunque la prueba practicada parece apuntar a que el denunciado fue quien agredió a su hermano y le ocasionó las lesiones, subsisten graves dudas sobre un devenir fáctico irreconstruible, anómalo y plagado de contradicciones».