Erase una vez un tranquilo pueblo de la Región de Murcia, donde su gente vivía en paz y armonía, hasta que un buen día sus gobernantes decidieron instalar la zona azul, nos lo vendieron como un gran avance y lleno de ventajas, hasta que un buen día llegaron dos controladoras que crearon las discordia entre sus gentes, enfrentaron a comerciantes y gobernantes, pacientes  del hospital que no solo tienen el sufrimiento de estar enfermos, si no que aparte tienen que estar en un sin vivir por si esa necesaria visita al medico acaba en varias multas de la Zona Azul, trabajadores que tras una rápida visita a cualquier ferretería u otro establecimiento se encontraban con su multa, una discordia generalizada.

En este primer capitulo no voy a entrar en el debate de sí la Zona Azul de Caravaca es la más cara y  abusiva de España, ni del porque, eso lo dejaré para otros capitulos. En este, solo me voy a centrar en la actitud chulesca y prepotente de estas controladoras. Estas dos señoritas se han dedicado ha vacilar a todos los habitantes de aquel tranquilo pueblo, no solo han vacilado y humillado a todos los habitantes, si no que se han dedicado a denunciar a aquellos pobres ciudadanos que se quejaban después de ser víctimas de sus multas injustas y para colmo, después de ser humillados y sancionados injustamente fueron denunciados y condenados a indemnizar a estas «agradables» señoritas.

Yo personalmente he sido víctima en innumerables ocasiones de atropellos causado por estas señoritas pero mi bondad y el no ser rencoroso hicieron que fuera dejando pasar la situación una y otra vez. Incluso siendo multado injustamente he llegado a recibir amenazas y coacciones como «te voy arruinar la vida»

Como ya estoy cansado de esta situación y tengo constancia de que toda Caravaca también lo esta, alguien tendrá que ponerle los cascabeles al gato. Como todavía nadie ha sido capaz de tomar la iniciativa, aquí esta La Referencia para dar un paso adelante y acabar con esta injusta situación.

Desde este humilde medio, invito a todos los caravaqueños afectados por esta situación a poner una denuncia conjunta y a tomar todas la medidas legales a nuestro alcance para acabar con esta penosa y desagradable situación en la Ciudad Santa de Caravaca de la Cruz. Así como crear un plataforma para la defensa de nuestros derechos como ciudadanos.