El 40 por ciento de los casos de cáncer son evitables, según señala la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM).
De hecho, aunque se trate de una enfermedad genética (alteración en los genes que aumenta la predisposición) y, aproximadamente, el 10 por ciento son hereditarios, nuestros hábitos de vida influyen más a la hora de desarrollar esta patología.
Con motivo del Día Mundial del Cáncer, que se celebra cada 4 de febrero, os contamos qué factores influyen para que podamos introducir estilos de vida más saludables que puedan combatir el cáncer.
No es un eslógan: fumar provoca cáncer
El tabaco es el responsable de hasta un 33 por ciento de los tumores. Alrededor de seis millones de personas en el mundo mueren a causa del tabaco.
Sin embargo, aún falta más concienciación. Y es que, «9 de cada 10 individuos no son conscientes de que el tabaco no solo causa cáncer de pulmón, sino que también puede ser responsable del de estómago, páncreas, boca o vejiga», señala Ruth Vera, presidenta de la SEOM. Además, también aumenta el riesgo de infertilidad.
La mala dieta te hace enfermar
Una dieta inadecuada, rica en alimentos procesados y carnes rojas es laresponsable del 9 por ciento de los tumores en todo el mundo. «Nuestra alimentación debe ser rica en frutas, verduras, hortalizas, legumbres y cereales integrales», señala la doctora Aitana Calvo, secretaria científica de SEOM.
Beber alcohol en exceso
El alcohol es el responsable del 12 por ciento de los tumores y causante de aproximadamente 300.000 muertesanuales en el mundo.
«Hablamos de consumo alto. Aunque, en la medida de lo posible, debe evitarse beber alcohol», señalaron los expertos de la SEOM reunidos en Madrid para presentar el vídeo «Prevenir el cáncer está en nuestras manos».
La vida sedentaria
Pasar muchas horas sentados aumenta elriesgo de sufrir varios tipos de cáncer como el de endometrio, intestino e incluso de pulmón. Además, según un estudio español, no hacer ningún tipo de ejercicio aumenta hasta en un 70% la probabilidad de cáncer de mama.
Lo más adecuado es realizar un ejercicio físico regular y moderado. Por ejemplo, caminar todos los días unos 30 minutos (o más) a paso rápido.
Sufrir obesidad
Esta enfermedad es la responsable de 1 de cada 20 tumores en el mundo. Además, es también la causante de otras enfermedades como las de corazón o diabetes. Y no solo hay que cuidar el peso, también controlar la grasa abdominal, la más peligrosa.
La mejor manera de abordar la obesidad es con la ayuda de un experto en endocrinología y nutrición, realizar una dieta personalizada y ejercicio físico todos los días.
Baños de sol sin protección
Aunque el sol es necesario para la vida y es una de las mejores fuentes de vitamina D, abusar de los baños de sol y hacerlo sin protección aumenta el riesgo de cáncer de piel y de melanoma.
Lo mismo ocurre con las cabinas de bronceado. Un estudio reciente de la Universidad de Oslo confirmó que aumentan considerablemente el riesgo de melanoma.
Pasarse con la sal
Si se sobrepasan, de manera constante, las cantidades diarias recomendadas de sal,puede aumentar el riesgo de sufrir problemas de corazón y cáncer. De hecho, la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha alertado de que en España se consume el doble de sal: casi 10 gramos frente a los 5 gramos aconsejables (una cucharada sopera). Hay que tener en cuenta que no solo cuenta la sal de mesa, sino también la de los alimentos.
No vacunarse
Las infecciones también tienen que ver con el cáncer. De hecho, son las reponsables del 15 por ciento de los tumores en el mundo.
La vacunación del virus de la hepatitis B así como de algunos tipos de virus del Papiloma Humano (VPH) pueden disminuir el riesgo. Consulta con tu médico.
Saltarse la mamografía o la colonoscopia
La detección precoz en los programas de cribado en cáncer que realizan los centros sanitarios así como los chequeos que puede realizarse uno mismo pueden salvarnos la vida.
Por esto es tan importante acudir al médico al menos una vez al año y, sobre todo, realizarse autochequeos y pedir cita con el médico si observamos un bulto, lesión sospechosa o tenemos algún síntoma que nos preocupa.
Ignorar estos síntomas
Pueden deberse a otras enfermedades. Sin embargo, es conveniente que se consulte con un médico a la mayor brevedad:
– Aparición de un bulto.
– Un dolor persistente que no cesa.
– Una herida, úlcera o llaga en la boca que no se cura.
– Un lunar que cambia de forma, tamaño y color.
– Una lesión en la piel de reciente aparición que continúa creciendo.
– Sangrados anormales.
– Tos y ronquera persistentes.
– Pérdida de peso injustificada.
– Cambios en los hábitos urinarios o intestinales.
– Cansancio.
– Falta de apetito.
