El director general del Servicio Regional de Empleo y Formación (SEF), Ginés Martínez, junto con el alcalde de Bullas, Pedro Chico, ha clausurado esta mañana y hecho entrega de los diplomas a los 22 alumnos de las especialidades de mantenedor-reparador de edificios y auxiliares de arqueología, que han participado en el Taller de Empleo «Los Cantos».
Martínez, ha reconocido la labor de los alumnos, personal docente y municipal que «han contribuido a la puesta en valor del yacimiento para el disfrute de los que vienen de fuera y de los ciudadanos de Bullas». También, ha destacado que «el objetivo fundamental de este tipo de programas es formarse y ofrecer nuevas oportunidades en la búsqueda de empleo».
A lo largo de este año los alumnos han acondicionado accesos, realizado estudios arqueológicos, creado un centro de visitas, señalizado y creado folletos para su divulgación turística. Un proyecto subvencionado por la Consejería de Educación, Formación y Empleo cuyo importe asciende a un total de 484.381,92 euros.
Por su parte, el Alcalde ha dicho que culmina una primera fase «que hará que Bullas sea más atractiva» y que el yacimiento quedará incluido en la oferta turística, recordando que para este fin de semana hay programadas unas jornadas de puertas abiertas de 10.00 a 13.30 horas al público en general. Tras la primera fase, Chico se ha referido a una segunda en la que dirigiéndose a los alumnos les ha animado a emprender una actividad empresarial.
La Villa Romana de Los Cantos
Los restos arqueológicos encontrados en el municipio de Bullas pertenecen a una villa romana que responde al modelo de colonización del territorio que se desarrolló durante el periodo romano. El complejo se articula en varios núcleos, entre los que destaca: la pars urbana donde quedaría ubicada la domus, residencia estacional del propietario de la explotación agropecuaria, el complejo termal y la pars frumenaria o sector industrial dedicado a la manufactura y almacenamiento de la producción agrícola y ganadera.
El periodo arqueológico del yacimiento se extiende desde el siglo II a.C. hasta el V d.C., lo que ha provocado una superposición y reaprovechamiento de diferentes estructuras y modelos de explotación.
