La hora de los ciudadanos

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Mi nombre es José Carlos Gómez, nací en Caravaca de la Cruz hace 27 años, soy abogado y desde el pasado 1 de abril soy el candidato de Ciudadanos a la Alcaldía de Caravaca tras un proceso de primarias en el que fui elegido por unanimidad.

 

Para quienes no me conozcan, mi historia es la de muchos jóvenes caravaqueños que, por desgracia, hemos tenido que salir de nuestro pueblo para labrarnos un futuro.

Cuando finalicé mis estudios de Bachillerato en el I.E.S. San Juan de la Cruz, emprendí rumbo hacia Valencia, donde obtuve la Licenciatura en Derecho en 4 años, combinando la universidad con empleos en la hostelería, tras lo cual completé mi formación en Madrid con un Master en Asesoría de Empresa, y más tarde en La Haya (Holanda), donde pude especializarme en Derecho Internacional Privado.

 

Después de muchos años de apuntes, libros y noches sin dormir, era el momento de comenzar mi andadura profesional en el mundo del Derecho, y regresé a mi pueblo. Lo intenté en Caravaca, pero no encontré ninguna facilidad. Todo lo contrario: puertas cerradas, falta de oportunidades y nulo apoyo institucional. Fue entonces cuando me di cuenta que muchas cosas no se estaban haciendo bien en nuestra ciudad. De nuevo, tuve que hacer maletas y probar suerte fuera de mi tierra.

 

Por fortuna, pude desarrollar mi profesión en el área jurídica de entidades financieras como Bankia y Banco de Valencia, así como para varios despachos de Murcia, Valencia y Barcelona. He defendido a decenas de afectados por participaciones preferentes, cláusulas suelo y otros productos financieros, y recientemente he fundado mi propio despacho.

 

En estas primeras e intensas semanas desde que decidí saltar a la arena política, son muchas las personas de mi entorno más cercano que me han hecho la misma pregunta: José, tú con tu edad, con tu formación, con un negocio que te va bien y con toda la vida por delante, ¿qué necesidad tienes de entrar en política, buscar enemigos y complicarte la vida?

 

Primero, porque llevo Caravaca en el corazón. Aquí están mi familia, mis amigos y mis mejores vivencias. Por ello, algunas de las cosas que han ocurrido a lo largo de estos últimos años me han indignado. Tenemos una ciudad maravillosa, rica en patrimonio y tradiciones, llena de pasión por la vida. Somos un pueblo orgulloso y luchador, que en estos años de dura crisis económica ha estado muy por encima de su clase política.

 

Pienso que esta ha sido una legislatura perdida. El fango de los escándalos protagonizados por el Partido Popular ha impregnado la vida política de nuestro municipio, generando crispación y división entre nuestra sociedad. Ello, sin duda ha afectado nuestra autoestima como pueblo, con imágenes lamentables que han dado la vuelta a España, poniendo el buen nombre de Caravaca de la Cruz bajo sospecha. Lejos de tomar medidas para recuperar el prestigio perdido, algunos se han aferrado a la silla hasta el último minuto, poniendo por delante sus intereses personales y de partido, a los de los caravaqueños.

 

El PP ha comprometido la imagen de Caravaca, y ha hipotecado su futuro con una gestión económica nefasta. La gigantesca deuda municipal, el Caso UTE, o Caravaca Jubilar son muestras claras una falta de rigor intolerable cuyas consecuencias pagaremos entre todos durante años.

 

Por contra, el PSOE ha sido incapaz de presentarse como una alternativa solvente y creíble, reduciéndose sus apoyos elección tras elección en nuestra localidad. Además, los socialistas siguen arrastrando un enorme problema de credibilidad, por sus constantes problemas internos, por la terrible situación en la que dejaron España tras el último gobierno de Zapatero, y por su contundencia en la lucha contra la corrupción que acaba en la frontera con Andalucía.

 

Caravaca necesita una alternativa real frente a la vieja política que representan el PP y el PSOE, y por eso Ciudadanos va a estar presente en las próximas elecciones. Debemos abrir una nueva etapa que aparque la política de bandos de rojos contra azules, y que recupere el diálogo y el pacto como elementos centrales para afrontar las problemáticas juntos, y así, mejorar la vida de los vecinos, pactando propuestas, no por sillones.

 

Es por ello que desde Ciudadanos estamos realizando una ronda de reuniones con vecinos, asociaciones, agentes económicos y sociales, con el objetivo de recabar propuestas para elaborar nuestro programa. Queremos escuchar vuestras ideas, para presentar una batería de propuestas sensatas, realistas y viables. Algunas de ellas ya las hemos avanzado:

 

  • Un plan de integración laboral que de oportunidades a aquellos colectivos más afectados por la crisis.
  • El desarrollo de proyectos emprendedores de Caravaca en Caravaca mediante la creación de un vivero de empresas.
  • El impulso del turismo de calidad en colaboración con todos los sectores, y al resto de municipios de la Comarca del Noroeste.
  • La rehabilitación de la Calle Mayor y la eliminación de trabas administrativas para que sea un centro turístico, gastronómico y comercial de nuestra ciudad
  • El apoyo sin fisuras a una sanidad pública de calidad, al lado de las reivindicaciones de los profesionales, para que el Hospital Comarcal tenga una UCI, más camas, y un nuevo escáner.
  • Que Caravaca sea un municipio libre de desahucios, a través de la creación de una oficina de asesoramiento que ayude a aquellas familias en riesgo de exclusión social a mediar y negociar con las entidades financieras.

 

No tenemos porque resignarnos. Si queremos que las cosas cambien, debemos dar un paso al frente, y transformar la indignación en ilusión por el cambio. Por ello Ciudadanos presentamos un equipo fuerte, con ideas y con vocación de servicio público.

 

Vivimos un tiempo apasionante de cambio político en nuestro país. Cada vez somos más los que apostamos por una nueva forma de hacer política que entierre estas viejas prácticas.

Necesitamos un cambio sensato que abra un tiempo nuevo en Caravaca, que recupere la cultura del acuerdo y del pacto, que devuelva el prestigio perdido a la política, y que se centre en el debate de propuestas y soluciones, no de bandos y etiquetas.

Por todo ello, con humildad y con valentía, doy el paso.

Es la hora de los ciudadanos.

 

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