Hace 65 millones de años tuvo lugar la extinción de los dinosaurios, grandes animales que se adueñaron de la Tierra desde el princpio del período Triásico hace más de 245 millones años. Fueron los animales más grandes que jamás existieron, pero de repente, murieron. La hipótesis más aceptada hoy día fue que un gran meteorito que cayó en la provincia del Yucatán en México provocó su desapración, y si bien la imagen mental que ha muchos nos viene a la cabeza al imaginar el impacto de una gran masa de roca espacial es de explosiones y fuego, parece ser que la realidad fue muy distinta, los últimos estudios parecen apuntar en otra dirección, la catástrofe de Yucatán tuvo un ámbito local, pero sus consecuencias afectaron a todo el planeta, el clima fue cambiando lentamente y lo que mató a los dinosaurios no fue el fuego, sino el frío.
«El enfriamiento de las temperaturas en todo el mundo que siguieron al impacto del meteorito de México cambiaron el mundo para siempre» afirma Julia Brugger, del Instituto de Postdam para el Estudio del Impacto del Cambio Climático (PIK). Por primera vez, científicos del PIK ha podido desarrollar una nueva simulación del clima por ordenador, aplicada a la atmósfera, los oceános, y los hielos marinos. El estudio nos enseña que los gases generados por el impacto del meteorito lanzados a la atmosfera fueron el factor principal que bloqueó los rayos del sol, enfriando toda la Tierra de forma drástica en al menos 26º centígrados. En casi todos los lugares del mundo la temperatura media se situó por debajo de los 0º, en un invierno perpetuo. Incluso en los trópicos, la media anual descendió de los 27º a los 6º, por lo que los dinosaurios y muchos animales acostumbrados a vivir en un mundo cálido y templado fueron muriendo poco a poco. Se calcula que esta extinción masiva, conocida abreviadamente como evento K/T, provocó la muerte del 76% de los seres vivos del mundo, tres de cada cuatro animales. Los resultados de esta simulación del clima durante el evento K/T han sido publicados recientemente por el PIK en un artículo titulado «Baby, it’s cold outside», nombre que tomo prestado para titular éste.
Pero para dar por buena la hipótesis que confirmó el impacto meteorito hicieron falta muchos estudios, y muchos de esoas investigaciones pasaron por la Región de Murcia, más concretamente por Caravaca de la Cruz. Una capa de sustratos, conocida como «Capa Negra» ubicada en el Barranco del Gredero, es uno de los lugares donde mejor se puede estudiar el impacto extraterrestre. Esta capa de sustratos, formada por materia carbonizada y restos de la película que en la atmósfera bloqueó el sol y enfrío el mundo ha sido vital para investigar cómo se sucedieron los hechos de la extinción masiva desencadenada por el meteorito. El estudio de la composición de muestras de la capa negra de Caravaca y otros lugares del mundo como Haití, ha dado resultados virtualmente idénticos, que confirman que la atmósfera del mundo entero estuvo cubierta por una capa materiales que frenó la fuerza con la que los rayos del Sol llegaban a la superficie y efectivamente provocaron el enfríamiento mundial del clima.
Fuente de los estudios del PIK:
Brugger, J., Feulner, G., Petri, S. (2017): Baby, it’s cold outside: Climate model simulations of the effects of the asteroid impact at the end of the Cretaceous. Geophysical Research Letters [DOI:10.1002/2016GL072241]
Enlace a la publicación «Baby it’s cold outside»: http://onlinelibrary.wiley.com/doi/10.1002/2016GL072241/abstract
Foto: Arte de Nina Geometrieva @geometrieva https://dribbble.com/ni