Técnicos del Servicio de Sanidad Vegetal llevaron a cabo acciones formativas sobre este patógeno en diversas provincias de este país, con especial incidencia en las técnicas de confusión sexual
El Gobierno de Argentina ha solicitado a la Consejería de Agricultura y Agua asistencia técnica para la capacitación de entomólogos y profesionales en el diagnóstico, reconocimiento y control de la polilla del racimo de la vid (Lobesia botrana), dada su amplia experiencia sobre este organismo nocivo. Se trata de una plaga cuyo ataque afecta tanto a la producción como a la calidad los cultivos.
El director general de Industria Agroalimentaria y Capacitación Agraria, Ángel García Lidón, destacó que las actuaciones llevadas a cabo en la Región de Murcia para el control de Lobesia botrana, englobadas dentro del ‘Programa Agricultura Limpia’, han abarcado una superficie de más de 20.000 hectáreas en los cultivos de uva de mesa y de vinificación”. Estas acciones, añadió, han permitido la reducción “en más de un 60 por ciento de las aplicaciones fitosanitarias en estos cultivos, con lo cual han obtenido un reconocimiento internacional”.
En este sentido, señaló que “es motivo de orgullo para la Región que nuestros avances en sanidad vegetal sirvan de ejemplo a otros países, tanto desde el punto de vista técnico y científico, como en el uso sostenible de los productos fitosanitarios, lo que repercute en beneficio del medio ambiente y la salud pública”.
En respuesta a la petición del Gobierno argentino, técnicos del Servicio de Sanidad Vegetal de la Consejería llevaron a cabo del 11 al 15 de marzo, en diversas provincias argentinas, acciones formativas sobre este patógeno, tales como las alternativas al control químico, con especial incidencia en las técnicas de confusión sexual y las metodologías para la evaluación del daño.
La polilla del racimo estuvo ausente en Sudamérica hasta que en abril de 2008 el Servicio Agrícola y Ganadero de Chile alertó de su presencia en su territorio, en zonas próximas a los cultivos de vid en Argentina. Fue detectada por primera vez en 2010 en la provincia de Mendoza.
La aparición de esta plaga en el área de América del Sur y en los EEUU ha provocado un cambio en el estatus fitosanitario de estos países, dado que es considerada como plaga de cuarentena en muchos estados donde no existe, lo cual puede ocasionar trabas a sus exportaciones.