El consejero de Salud, Manuel Villegas, reconoció este lunes por la mañana que «llama la atención el gran porcentaje de personas» que han dado positivo en los test rápidos de inmunidad que se han practicado a usuarios asintomáticos de las residencias de mayores de la Región donde han aparecido casos de coronavirus. Es decir, ancianos aislados que han generado anticuerpos de la enfermedad sin haber desarrollado un cuadro clínico y sin haber mantenido un contacto con infectados. En algunos casos, por encima del 30%. Esto también indica, a juicio del consejero, que «tiene que haber un porcentaje importante de la población que debe de haber pasado la enfermedad de manera asintomática».

Según Villegas, las pruebas han finalizado ya en Caser Residencial, en Santo Ángel; en Orpea, en Cartagena; y en la Manuel Campillo, de Santomera, que registran las mayores incidencias en cuanto a número de positivos y fallecidos. También están pendiente de realizarse los test en la residencia Altavida, en Abanilla, y en el centro para personas con discapacidad de Churra, en los que también se han detectado contagios de puertas adentro. Sin embargo, el consejero no desgranó los resultados finales de las pruebas que ya obran en poder de Salud: «Las estamos analizando con más detalle». LA VERDAD intentó obtener más información de la Consejería tras la rueda de prensa, pero sin éxito.

Una «segunda etapa»

Villegas recordó que Salud está trabajando «con las residencias en las que se han detectado casos, donde se considera que hay un brote». Sin embargo, reconoció que «probablemente, en una segunda etapa, tengamos que hacer un grupo muy específico con las personas que están trabajando en todas las residencias, porque es muy importante que no entre el virus. Ya veremos más adelante cómo abordamos el tema de las personas que están trabajando ahí. Pero ya no con test de inmunidad, sino con otro tipo de pruebas con las que podamos estar más seguros», en referencia a las PCR. Pese a todo, incidió en que «ahora lo importante es extremar las medidas de higiene en los trabajadores que están acudiendo a estos centros», donde ya se contabilizan 53 fallecidos y 330 positivos, entre residentes (248) y empleados (82).

«Inaceptable»

Las palabras de Villegas provocaron este lunes la respuesta de la Sociedad Murciana de Enfermería Geriátrica y Gerontológica. Su presidente, Carmelo Gómez, considera «inaceptable» que la Consejería «no vea prioritaria la detección de posibles positivos asintomáticos en todas las residencias. Esto afecta tanto a los mayores como a todo el personal que les atiende, que tiene un miedo real y justificado». Recuerda Gómez que los trabajadores «son potenciales vectores de transmisión de la enfermedad. Y, por supuesto, son personas extremadamente vulnerables al estar recibiendo de lleno toda la carga asistencial. Ellas también pueden enfermar en cualquier momento».

Carmelo Gómez se muestra «preocupado, porque da la sensación de que no se va a intervenir de una manera clara en las residencias hasta que no se produzcan positivos, y con estos vendrán los muertos. Entonces dirán que la culpa fue de las residencias. Desgraciadamente, este tipo de declaraciones reafirman nuestras sospechas de que no existe una sincera intención por parte de Salud de apostar por la tan necesaria y vergonzosamente arrinconada coordinación sociosanitaria».

Por su parte, fuentes del sindicato UGT lamentan que la Consejería no ofrezca «respuesta detallada sobre los usuarios y trabajadores que están aislados con síntomas y los que están en preventivo sin síntomas, sobre el número total de casos confirmados con Covid-19 en cada uno de los centros ni sobre las pruebas realizadas por residencias». De hecho, Salud tampoco ofrece esta información a LA VERDAD pese a los diferentes requerimientos practicados por este periódico.

«Es urgente que todo el personal sociosanitario en las residencias de personas mayores y centros para personas con discapacidad estén acogidos a los mismos protocolos respecto a la realización de pruebas PCR y test rápidos y acceso al material de protección individual que el personal sanitario. No pueden reaccionar solo cuando se detecten casos sospechosos o se confirme algún positivo. Hay que prevenir que esto suceda», zanjan las mismas fuentes.

Un protocolo permite la presencia de un familiar en el geriátrico para despedirse de un ser querido

Después de 53 fallecidos en residencias de mayores de la Región, el Instituto Murciano de Acción Social (IMAS) y la Consejería de Salud han aprobado un protocolo por el que se permite que un familiar pueda acceder ahora a estos centros para acompañar al usuario que se encuentre en sus últimas horas de vida. Solo uno, y cumpliendo unas estrictas medidas de seguridad. «Debemos esforzarnos en dar respuesta a determinadas necesidades de las personas en momentos cruciales de nuestra vida siendo uno de ellos el proceso de los últimos días. Es aquí donde cobra importancia el acompañamiento en la fase final de la vida para una mejor gestión del duelo familiar. El sistema sanitario debe dar respuestas a las necesidades afectivas de forma adecuada, respetando el principio de proporcionalidad, sin perjuicio de la seguridad clínica en un contexto de salud pública por una epidemia. Debemos hacer lo imposible por dignificar y humanizar el proceso de morir», señala el documento, al que ha tenido acceso LA VERDAD.

Revisado y aprobado por el Servicio Murciano de Salud (SMS), y elaborado por el presidente de la Sociedad Murciana de Enfermería Geriátrica y Gerontológica, Carmelo Gómez, junto a los doctores Javier Júdez y Abel Novoa, el protocolo tiene como objetivo «diseñar las estrategias e intervenciones adecuadas para, salvaguardando la seguridad individual y la salud pública, permitir la visita presencial, prioritariamente a las personas en situación de agonía y previsible muerte inminente, por un acompañante». Entidades como la Sociedad Española de Cuidados Paliativos (Secpal) y la Asociación Española de Enfermería de Cuidados Paliativos (Aecpal) «recomiendan, precisamente en contextos como el actual, la obligación ética de evitar que ninguna persona muera sola, así como de permitir y facilitar las despedidas», apunta el protocolo.

La identificación de la situación de posible muerte inminente corresponderá al personal sanitario de la residencia y al del SMS. Este procedimiento se centrará en aquellos casos de últimos días, aunque, «dependiendo de la situación global, podrá extenderse a residentes en distintas situaciones clínicas», señala el documento.

15 minutos y solo la mano

El protocolo recoge numerosas medidas que se deben cumplir «escrupulosamente» antes, durante y después de la visita a la residencia para prevenir el contagio por SARS-CoV-2. Además, «y a pesar de lo difícil de la situación, la estancia temporal dentro de la habitación deberá ser limitada en el tiempo (en torno a 15 minutos)», y el familiar solo podrá tocar la mano de su ser querido, que «habrá sido lavada y llevará guante». El visitante estará guiado por un profesional de la residencia en todo momento, y no se podrá sacar ningún objeto que hubiera estado en el centro.

FUENTE: laverdad.es